17.1 C
Uruguay
martes, septiembre 10, 2024
InicioAnécdotasLa desgracia de nacer con Mala Espina

La desgracia de nacer con Mala Espina

Como estaba con el horario justo (habitual en mí) decido pedir un taxi utilizando la aplicación «Easy Taxi».
Selecciono destino, aprieto el botoncito «solicitar móvil» y espero.
Inmediatamente se me asigna un taxi, e inmediatamente, en apenas medio micro segundo, se me informa que el taxi estaba ya abajo esperándome.
El nombre del chofer: Héctor MALAESPINA
Ya viendo que era imposible que estuviera abajo en un microsegundo, y asumiendo que el universo me estaba haciendo otro chiste (habitual en mí) sonreí, levanté los ojos, y bajé.
Espere 5 minutos y nada, ni señas del amigo Malaespina, aprieto cancelar el viaje, y justo en ese momento, como un ángel de mal aguero, aparece Hector, tocando la bocina frenéticamente.
Subo al taxi, le digo el destino, y ahí comienza mi historia dentro de la esfera «MalaEspina».
Héctor me cuenta que tuvo un día horrible, que en cuánto salió pinchó, y que iban como 4 viajes que le estaban cancelando estando a un par de cuadras.
A todo esto, yo sólo podía pensar: ¿Es joda esto?.
Mientras escuchaba las desventuras de MalaEspina, me llega un Whatsapp, de mi querida amiga Gia Ottavianelli, que simplemente decía: Bad News, y una hermosa foto de la pantalla de su PC con un error catastrófico y nunca visto por mis jóvenes(?) ojos.
Indudablemente estaba siendo influenciado por el campo de fuerza de MalaEspina.
Le digo que en unos minutos llegaba y me fijaba.
A todo esto, Héctor batallaba con el celular intentando llamar a EasyTaxi para quejarse, cosa que hacía sin éxito ya que le daba constantemente ocupado, y encima haciéndolo del teléfono que tenía fijado en el tablero, logrando que ejecutara todo tipo de ademanes y posiciones extrañas, y por supuesto, haciéndome temer que MalaEspina se diera contra una pared, y por efecto rebote, yo me la diera también.
Para intentar bajar el stress, y dándome cuenta que estaba viviendo una «experiencia única», decido sacar el celular, y escribir la anécdota.
Lo saco, y no tenía internet, en ninguno de los dos teléfonos.
Intenté entrar a Facebook, a alguna página web, a donde sea, pero sin éxito, cosa que no me explicaba, tengo LTE en ambos teléfonos, uno de Antel, otro de Movistar, ¿como es posible que ninguno ande, si recién me llego el mensaje catastrófico de Giannina?.
La respuesta tenía nombre y apellido, y era Hector MalaEspina.
Finalmente llegué a destino, le pagué, le dejé propina y le desee suerte en su jornada, sabiendo que mis palabras, eran en vano.

Los comentarios están cerrados.

Anuncios

- Anuncios -
- Anuncios -

Otras Noticias