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Desde hace décadas, el correo electrónico ha sido una herramienta fundamental para la comunicación tanto a nivel personal como profesional. Sin embargo, su utilización también conlleva riesgos de seguridad que debemos tener en cuenta para proteger nuestras cuentas de correo y evitar fraudes.
Uno de los peligros más comunes es el phishing, una técnica mediante la cual los ciberdelincuentes se hacen pasar por entidades legítimas para obtener información personal o financiera de sus víctimas. Para evitar caer en estas trampas, es importante verificar la dirección del remitente y no proporcionar información confidencial por correo electrónico.
Otro riesgo es el malware, que puede infectar nuestro dispositivo al abrir un archivo adjunto o hacer clic en un enlace malicioso. Para prevenir este tipo de amenazas, debemos utilizar programas de antivirus y tener cuidado al descargar archivos sospechosos.
Además, es importante tener contraseñas seguras y cambiarlas regularmente, así como no compartir información confidencial por correo electrónico. También es recomendable no utilizar el correo electrónico para enviar información sensible, como datos bancarios o médicos.
En resumen, el correo electrónico es una herramienta muy útil, pero debemos estar conscientes de los riesgos que conlleva y tomar medidas para proteger nuestras cuentas y evitar fraudes. Al seguir estas prácticas de seguridad, podremos utilizar el correo electrónico de manera segura y proteger nuestra información personal y financiera.
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